
Respuesta para Chela Patalera
Desesperación, olor a desesperación. Esta es una de las pocas cosas que nos alertan ante un inminente ataque del sexo opuesto. Se refleja en las miradas, los acercamientos, los toqueteos…susurros… insinuaciones
El olor a desesperación es un mal que presentan muchos de los machos de nuestra especie. Es uno de los síntomas que se genera por la resistencia de las hembras al apareamiento o al simple acercamiento, suele ir acompañado de varios intentos fallidos de conquistar a la hembra.
Extrañamente, el macho lo expele aún más a cada rechazo, generando un efecto dominó en el escape de todas las hembras del medio en el que se desenvuelve.
En las hembras se da un efecto inverso, pues cuando llega al punto de expeler este sutil pero identificable aroma, logra inmediatamente el acercamiento y aceptación de todos los machos a su alrededor, pero al momento que logra concretar el apareamiento, el macho en cuestión desaparece de los alrededores.
Ante esta situación se pueden identificar dos variedades de hembras: depresivas y positivas.
Las depresivas son aquellas que al momento del escape del macho sufren un fuerte cambio en su actitud. Se sienten solas y tratan incontrolable e infructuosamente de buscar al macho en cuestión, al no lograrlo, se frustran y rechazan al resto de la manada masculina, con fuertes crisis de soledad y llantos fulminantes.
Las positivas, en cambio, son aquellas que ayudan a iniciar el proceso de desaparición, escondiéndose ellas antes de que el mismo lo haga primero. Son más impulsivas y tratan de volver a iniciar el proceso con un nuevo macho, escogiendo al que más se adecue a su pedigrí.
Pero es importante recalcar que esto sucede sólo en un período de la vida de estas hembras, puesto que en algún momento de sus vidas (no determinado hasta el momento) conocen al espécimen con el compartirán gran parte de sus vidas.
Esperando haber respondido sus consultas, se despide cariñosamente
Doctora Necrobeat.
NECROBEAT
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